
En estos tiempos de zozobra e incertidumbre sanitaria a causa de la aparición del virus de la influenza porcina, lo más importante es entender cómo se desarrolla la enfermedad, cómo identificarla, cómo tratarla y conocer a su vez cual es la situación mundial y local actual de la misma.
El virus de la “gripe porcina” A/H1N1 [Los tipos se subdividen atendiendo a sus glucoproteínas de superficie hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA). Existen 16 hemaglutininas (H1-16) y 9 neuraminidasas (N1-9)] fue aislado por primera vez de un cerdo en 1930. En ellos la enfermedad típicamente demuestra signos respiratorios como tos, disnea, estornudos, congestión ocular y nasal (eventualmente pueden avanzar a neumonía intersticial) y aunque expresa tasas de morbilidad muy altas, la mortalidad es baja (hasta un 4%). Además los animales sufren estadios febriles, los cuales pueden causar abortos en cerdas gestantes. Los estudios han demostrado que la influenza porcina H1N1 es común entre las poblaciones de cerdos de todo el mundo y que un 25% de los animales presentan evidencia de anticuerpos de la infección.
La vacunación es muy efectiva, sobretodo en áreas de alta incidencia o en periodos estacionales en los cuales se disparan los casos de influenza (invierno), sin discriminar si afecta aves, cerdos, equinos, humanos, etc. Es conocido que los cerdos pueden contagiarse con virus aviares (en 1990, cuando una cepa aviar se adaptó al cerdo y se propago en toda la población del Reino Unido) o con virus estacionales humanos (como el caso del H3N2 que pasó del humano al cerdo), y cuando esto ocurre los virus pueden cambiar su secuencia genómica y “reagruparse” para así formar otra variante del virus que pudiera sobrepasar la barrera inter especie. Existen unos mecanismos por los cuales el virus pudiera diseminarse entre especies. Estos son los mecanismos de “deriva antigénica” o mutación del virus donde se provocan cambios importantes en sus proteínas principales; y el “cambio antigénico” donde el virus comparte material genético con otro(s) virus diferente a través de una reordenación. Los virus que han sido aislados y que son retazos de las tres especies mencionadas mediante cambio antigénico (cerdos, humanos, aves), se denominan “virus reasortantes triples”.
En humanos, la población más susceptible es aquella que esta en contacto con personas enfermas a causa del virus dado que es altamente transmisible por contacto directo e inhalación de secreciones respiratorias esparcidas en el aire. De igual forma es susceptible aquella población que tiene prolongados periodos de exposición con cerdos enfermos y que además no practica buenos hábitos de higiene. Es poco probable que el virus se transmita a los humanos a través del consumo de la carne de cerdo, ya que este es un virus poco resistente a las altas temperaturas y “muere”, junto a otros microorganismos patógenos, al preparar la carne a temperaturas cercanas a los 70°C.
Los signos en humanos son fácilmente confundidos con los de la gripe estacional que tiene su pico máximo de casos en las estaciones lluviosas y se manifiesta con malestar general, tos, estornudos, congestión y fiebre, pero estos pueden progresar a vómitos, diarreas y neumonía que es lo que potencialmente puede matar a una persona. Otros signos asociados al virus de la influencia porcina son dolores musculares (mialgias), inapetencia, decaimiento, dolor de garganta y dolor de cabeza. Cabe resaltar que el periodo de incubación del virus es corto toda vez que los primeros síntomas podrían aparecer en menos de 7 días. Diferentes autores y la C.D.C., reportan que una vez inician los síntomas, se debe recurrir a valoración médica ya que los antivirales disponibles en el mercado que pueden ayudar en la terapia son más útiles dentro de las 48 horas siguientes a la aparición de los síntomas debido a que el virus se encuentra en un máximo estado de replicación y es aquí donde pueden actuar. Estos antivirales ayudan a disminuir las complicaciones asociadas a la influenza. Los preparados disponibles en el mercado son:
1) Amantadina y Rimantadina: No se recomienda su uso ya que los virus más recientes de la influenza porcina asilados de personas han demostrado ser resistentes a estos dos medicamentos.

2) Oseltamivir (Tamiflu
®) y Zanamivir (Relenza
®): Inhibidores de la neuraminidasa. Tiene mejor respuesta en el tratamiento de la influenza porcina.
Como medida preventiva, la O.M.S. sugiere las siguientes recomendaciones:
Evite el contacto directo con personas de aspecto enfermizo o que tengan fiebre y tos.
Lávese las manos con agua y jabón a menudo y concienzudamente.
Lleve una buena higiene de vida: duerma bien, coma alimentos nutritivos y manténgase físicamente activo.
Cúbrase la boca y la nariz con pañuelos desechables cuando tosa o estornude, y tire los pañuelos usados en un sitio adecuado.
Lávese las manos con agua y jabón de forma frecuente y meticulosa, sobre todo después de toser o estornudar.
Alejarse de los focos de infección puede ser de más ayuda que la mascarilla ya que el gran tamaño de los poros del tapabocas no logra retener las microscópicas partículas virales.
Para diagnosticar si una persona padece una infección por influenza porcina tipo A, por lo general se debe recoger una muestra (hisopado) de secreción del aparato respiratorio entre los primeros 4 a 5 días de aparecida la enfermedad que coincide ser el tiempo en el cual la persona infectada tiene más probabilidad de diseminar el virus. Esta muestra se envía a un laboratorio capacitado para realizar el aislamiento y tipificación del patógeno.
Hasta ahora, el virus que se aisló en humanos no ha sido aislado en porcinos. Teniendo en cuenta que este es una combinación de virus aviares, humanos y porcinos, no se justifica entonces que se llame a esta enfermedad “gripe porcina"- estimó la OIE - por eso sería más consecuente llamar a esta enfermedad "gripe norteamericana” para hacer referencia al lugar de aparición.
En ese orden de ideas, la OIE afirmó: “En el caso en que se demuestre que el virus asociado con la enfermedad humana en cuestión está circulando en animales en zonas de los países que han notificado casos humanos de infección, se requerirá la notificación a la OIE como una enfermedad emergente.”
Hasta el momento se han reportado casos confirmados de influenza porcina en Estados Unidos, México, España, Canadá, Nueva Zelanda, Inglaterra, Israel, Costa Rica y Alemania, lo cual le da fuerza a la idea sensacionalista que se esbozó en un principio que afirmaba que la influenza porcina debía ser considerada como una potencial pandemia.
Agradecimientos:
O.I.E. Organización Mundial de Sanidad Animal.http://www.oie.int/
O.M.S. Organización Mundial de la Salud.http://www.who.int/
3tres3. La pagina del cerdo.http://www.3tres3.com/